martes, 13 de noviembre de 2012

REDACCIÓN

                                                                       La bondad
Érase una vez un cocodilo y un perro callejero que no tenían nada con que jugar.Cuando se pusieron a caminar por el parque,vieron a un niño con un sonajero mágico.
Cuando lo vieron,el cocodrilo y el perro callejero se lo pidieron,y el niño les dijo que no.El cocodrilo y el perro callejero cuando le vieron,el niño les restregó por la cara el sonajero mágico y les dijo-Ja Ja Ja,yo tengo algo con que jugar y vosotros no.
El cocodrilo le dijo al niño-¿Por qué eres tan egoista,si nosotros no tenemos culpa de nada?,dice el niño-Por que como mi sonajero es mágico no necesito a nadie para jugar conmigo como consigo todo lo que quiero.Al siguiente día al niño,el sonajero se le quedó sin magia y se quedó muy triste.El cocodrilo y el perro callejero lo vieron y le preguntaron al niño si quería jugar con ellos y,el niño les dijo que si,y el niño les prestó el sonajero.
Y grasias a eso se isieron muy amigos.
La lección es que no hay que ser egoista

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